afrenta
enero 25, 2022 § Deja un comentario
Basta con imaginar que no tenemos que dar de comer a nuestros hijos, para constatar que nuestra riqueza, aunque sea honesta, es una afrenta para muchos. La indiferencia es la forma habitual de la impiedad. No todos partimos de la misma línea de salida. No todas las cigarras se rascaron el ombligo. Esto es obvio. Pero lo obvio es, precisamente, lo que obviamos. La fe comienza donde aceptamos que Dios no está por proceder ex machina. ¿Qué hace Dios? Nada más que lo que hizo: dejar espacio al hombre. Y para llegar a ser el que es.
Deja una respuesta