polis y religio
marzo 27, 2022 § Deja un comentario
El esquema del mito se repite religiosamente: pureza-caída-restauración. No solo con la religión, sino también con el romanticismo político. Hitler siguió este esquema. También, Milosevic, Putin o la yihad. La clave: el pueblo alemán, serbio, ruso, creyente… El mismo perro con distintos collares. Hoy en día, la esencia de un pueblo convoca lo que convocaron los antiguos sentimientos religiosos, aquellos que apuntaban al arraigo, a la convicción de un formar parte. La respuesta ilustrada siempre fue, sin embargo, el pacto entre los distintos, la democracia imperfecta, con su especepticismo de fondo con respecto al Bien. Pues el precio de la paz —y la paz en política es siempre una tregua— no es otro que la devaluación de la creencia. La fraternidad, ciertamente, es lo pendiente. Pero la fraternidad nunca fue de este mundo. Debiéramos preguntarnos si acaso el laicismo democrático, a pesar de lo dicho, no estará más cerca del Reino que los regímenes que pretenden realizarlo.
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