carne
abril 11, 2022 § Deja un comentario
Según Platón, somos almas (y el cuerpo, una cárcel). No eres el cuerpo que habitas. La cuestión es que el bonobo que llevamos dentro no lleve las riendas, que no impida nuestra aspiración más honda. Israel, en cambio, nunca concibió lo humano en estos términos. La persona es carne, la unidad de cuerpo y alma. La única escisión que cuenta es la que separa a YWHW del hombre. De lo que se trata, en definitiva, no es de mantener el bonobo a raya, sino de modificar la sensibilidad… si es que esto es posible solo desde nuestro lado. Traducción: que no te guste lo que no importa; que, al final, llegues incluso a aborrecer todo lo que supone alimentarse de viento.
Deja una respuesta