del perdón y la fe
abril 26, 2022 § 1 comentario
Al igual que, estrictamente, tan solo se puede perdonar lo imperdonable, tan solo cabe creer en lo que humanamente no es posible creer. Pues lo que no es perdón es una simple disculpa. Y lo que no es fe, suposición. Tan solo el daño irreparable exige un perdón. Paralelamente, en la suposición permanecemos a resguardo, en modo alguno ex-puestos a una genuina alteridad, la cual siempre se ofrece como la del aún-nadie. Ni la disculpa, ni la suposición trascienden la inercia. En el caso del perdón y la fe nos enfrentamos, en cambio, a un imposible, a lo que ningún mundo puede admitir como posibilidad. Y donde no nos encontramos expuestos a lo imposible permanecemos en la situación del bonobo, aunque con un poco más de inteligencia. Quizá no sea casual que el perdón y la fe vayan de la mano. Al menos, porque el perdón es un acto de confianza en quien no merece ninguna confianza. La cuestión es, sin embargo, en nombre de qué —o de quién— caben el perdón y la fe.
muy bueno!!!!