Jorge Luis
julio 3, 2022 § 1 comentario
Decía Borges que un poeta descubre asombro donde los demás solo ven costumbre. Bien. Sin embargo, también descubre que no podemos permanecer en el asombro. Y de ahí la necesidad de la escritura. Por tanto, no se trata propiamente de expresarse —¿quién necesita hacerlo?— como de fijar en la piedra, al modo de un escultor, la palabra que no admite paráfrasis. Pues acaso solo podamos ser fieles a lo que tiene lugar y no tan solo sucede recordándolo como aparición. Permanecer en lo real no es, al fin y al cabo, sentirlo siempre —esto, sencillamente, no es posible—, sino fidelidad. Pero, como dijera Holderlin, ¿para qué poetas en tiempos de indigencia? (Y quizá podríamos añadir ¿para no sucumbir del todo?)
Para no sucumbir del todo… sin paráfrasis.