m.o

septiembre 11, 2022 § Deja un comentario

Trabajar en una cadena de montaje o en una mina no es algo que no influya en quién eres. La mayoría de los trabajos mal pagados —aquellos que puede hacer cualquiera— son degradantes. De ahí que hubiera religiosos, tanto mujeres como hombres, que decidieron descender: viviré como tú; no te dejaré solo. Y no únicamente eso, sino que lucharon para cambiar las cosas. Hubo resistencia y, en muchos casos, de la dura. También algunos mártires. Luego, las cosas cambiaron por estos pagos. Pero en parte porque hubieron más días de circo. Y unos cuantos gramos más de pan. Algunos dicen que el cambio también sucedió porque la miseria fue exportada. En cualquier caso, la opción nunca se justificó por su éxito. Acaso baste el no poder soportar que tu hermano viva como vive.

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