de la vocación religiosa
enero 8, 2023 § Deja un comentario
Dices que no lo dejas por Dios —porque sientes que Dios te pide continuar. Pero esto no tiene nada que ver con Dios, sino contigo —con la película que te gusta. También puede que no lo dejes por la buena gente de la parroquia. De acuerdo. Pero para este viaje puede que las alforjas sean muy pesadas. Basta con que aparezca una chica maja —una que no sea del montón— para que tus argumentos cambien. Aun cuando quizá sería suficiente con que recordaras una de las moralejas de Dogville, la que apunta, precisamente, a la buena gente. Otro asunto es que sigas porque no puedes dejar en la estacada a los sin techo —a quienes, siendo despreciados, se han convertido en tus hermanos. En ese caso, seguirías, ciertamente, por Dios, esto es, en su nombre o lugar. Aunque probablemente sin Dios mediante. Sea como sea, lo cierto es que siempre nos movemos entre sombras. Difícilmente, desde lo último o verdadero. Al menos, hasta el instante en el que se nos reclamará una fe.
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