sales minerales
febrero 6, 2023 § Deja un comentario
Dice el capellán en su sermón: ¿deberíamos preguntarnos si acaso somos luz? ¿Iluminamos la tierra? ¿Somos su sal? De acuerdo. Sin embargo, creo que andaríamos equivocados si creyéramos que debemos esforzarnos para salar el mundo —o si nos dijéramos ahora voy a iluminarlo. Y no porque el mundo no necesite ninguna sal o luz—al contrario—, sino porque uno no añade salazón a este plato o ilumina la tiniebla porque pretenda salar o iluminar. De ser así no dejaríamos de ser, precisamente, unos iluminados. La luz es, como dicen los psicólogos, un producto lateral. Es lo que sucede mientras andamos ocupados en otro asunto, en nuestro caso apostar por la bondad o saciar los estómagos del hambre. La sal o la luz se darán de paso. Aunque a quienes se sacrifican por los desgraciados no se lo parezca. Ni podrá parecérselo. El sentido del sacrificio no pertenece a quien se sacrifica. De hecho, incluso la verdad de Dios está en manos de Dios.
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