amor y bien
marzo 10, 2023 § 1 comentario
No es posible querer ser médico sin querer ser un buen médico. En caso contrario, solo nos interesaría ejercer la medicina. Sin embargo, uno no llega a ser un buen médico pretendiendo ser reconocido como tal, sino persiguiendo —y perseguir es amar— la cosa de la que se trata y se resiste a ser alcanzada (aquí, el remedio a la enfermedad). Al fin y al cabo, hablamos del olvido de sí en favor de lo que exige una entrega absoluta, casi una obsesión. Evidentemente, nada de esto vende hoy en día. Y es triste. Pues únicamente el espíritu de la búsqueda nos libra de la esclavitud del espejo. Y hay espejos en todas partes. Incluso en la canchas que se conciben a sí mismas como espirituales. Quizá sea porque ya no hay padres, nadie que se encargue de cortar el cordón umbilical. Para mamá, hagas lo que hagas, siempre serás el mejor. De ahí que donde el padre ha muerto, la maternidad se decante sin remedio hacia su lado oscuro. Y haberlo, haylo.
La ausencia de figuras paternas puede implicar que no haya una figura de autoridad o un modelo de comportamiento que fomente la perseverancia y la dedicación a una tarea específica, mientras que la predominancia de la figura materna puede llevar a una educación y crianza que privilegie la empatía y la preocupación por los sentimientos de los demás, en detrimento de la búsqueda constante de la excelencia.
Se sugiere que la educación y crianza que promueve la figura materna puede ser importante para el desarrollo emocional y social de los niños, pero puede estar limitando su capacidad para perseguir objetivos y alcanzar la excelencia en una tarea específica.
En resumen, se plantea la hipótesis de que la falta de figuras paternas y el predominio de la figura materna en la educación y la crianza pueden estar contribuyendo a la mentalidad de buscar la aprobación de los demás en lugar de la búsqueda constante de la excelencia. Esta hipótesis sugiere que la educación y crianza que fomente tanto la empatía como la dedicación a una tarea específica puede ser la clave para el desarrollo integral de los niños y jóvenes.
¿ es correcta esta forma de verlo ?