la falacia de las hadas
abril 30, 2023 § 3 comentarios
Puedes creer en hadas porque, ciertamente, necesitas creer en ellas (y aquí los motivos no importan). Pero de ello no se deduce, lógicamente, que las hadas estén solo en tu mente: podría haberlas, al margen de que te vieras secretamente empujado a creer en su existencia. Es verdad que la pregunta acerca de cómo podemos llegar a saber que las hay sigue siendo pertinente. Pues lo que nos parece que es no termina de coincidir con lo que es (y esto con independencia de cuanto quepa decir sobre la noción misma de lo real). Pero, en cualquier caso, si damos por sentado que no puede haberlas es porque el paradigma sobre el que se asienta nuestra visión del mundo, por emplear el término de TS. Khun, no las admite. Y quien dice paradigma dice prejuicio —o si prefierimos ser más sofisticados, presupuestos conceptuales. Con todo, también es cierto que nadie elige el mundo al que pertenece.
Y lo siguiente podría ser pensar la existencia de una ley de la naturaleza que combatiera contra un radical relativismo cultural.
Locke, incluso desde su presupuesto inicial, apuesta por la existencia de esa ley de manera racional.
Es como la idea de que existe una civilización extraterrestre inteligente. Puede que muchos crean en su existencia porque necesitan creer en algo más allá de nuestra propia realidad, pero eso no significa que no existan. Nuestra percepción del universo puede ser limitada y no podemos descartar la posibilidad de que haya una civilización extraterrestre. La falta de evidencia no implica necesariamente su inexistencia
al final del artículo, se dice que nadie elige el mundo al que pertenece, lo que parece contradictorio con la idea de que nuestra percepción del mundo puede ser limitada
que explicado con otro ejemplo sería :
Imagina que estás jugando y alguien se esconde detrás de un árbol. Si no lo ves, no sabrás que está ahí, aunque realmente esté allí. De la misma manera, a veces nuestra manera de ver las cosas puede ser limitada y no corresponder con la realidad. Pero esto no significa que elegimos la manera en que vemos el mundo. Simplemente es así como lo vemos.
Hay una distinción entre creer y saber. Dice Platón que la creencia puede ser verdadera o falsa pero el saber (ciencia) no.
El hecho de que hayamos nacido en un continente, país, ciudad, familia, costumbres, ideas políticas, religiosas etc…determinados hace que nos podamos preguntar si seríamos los mismos si hubiéramos nacido en unas circunstancias completamente diferentes. Yo creo que no, pero no lo sé a ciencia cierta. El debate queda abierto.