la fruta madura antes de caerse del árbol
noviembre 29, 2019 § Deja un comentario
Una vez alcanzas una cierta madurez, no puedes evitar sentirte ridículo por lo que fuiste, incluso por lo que soñaste. Sencillamente, no quisieras volver a ser como antes. Esto es así, por lo común. Sin embargo, cabe otra madurez —otro avergonzarse—. Y es la que alcanzamos una vez topamos con el mártir, con el cadáver de quien murió a causa de su compromiso con los más pobres. Aquí no es que simplemente no quieras volver a ser como antes, sino que, más bien, sientes vergüenza de haber sido quien fuiste. No es exactamente lo mismo.
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