heraldos
enero 15, 2021 § Deja un comentario
Quizá no es casual que, en la Biblia, Dios no sea el tema —o no lo sea directamente—, sino el del intermediario de Dios. Esto es, la cuestión bíblica no es cómo conectarse con Dios —o cómo preparar el alma para que sea capaz de albergar a Dios—. La cuestión, dado el extremo más allá de Dios, es quién vendrá en su nombre —quién lo representa o representará—. Con respecto a Dios, el tema no es el padre, sino el hijo. Es posible que Israel haya estado más cerca de haber comprendido de que va el religare que los múltiples intentos a lo largo de la historia de acceder a la cima de Dios. O de palparlo.
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