no es solo
enero 28, 2021 § Deja un comentario
Nada es lo que es. Todo es compuesto. La justicia no es solo justicia —en la decisiones justas siempre hay dosis de parcialidad—; la bondad no es solo bondad —a menudo, también hay complejo—; el sexo nunca es solo sexo —quienes se acuestan lo hacen con una mochila cargada de piedras—. El mundo de lo paradigmático —y aquí no es necesario ponerse místicos: basta con tener en cuenta las películas a la Hollywood— es el mundo de las esencias, de lo sin tara. Ciertamente, porque concebimos la esencia podemos juzgar —decir qué ingrediente tiene más peso, o nos parece que tiene más peso, en cuanto podemos ver y tocar—. Pero la esencia solo llega a ser en lo concreto, es decir, donde deja, precisamente, de ser esencial. No en vano Hegel supo ver en lo negativo el impulso de la afirmación. De ahí el hallazgo del cristianismo. Pues solo el cristianismo cayó en la cuenta de que solo hay Dios donde Dios asume la mortalidad. Dios en verdad es un Dios tarado. Esto es, con cuerpo. Un Dios sin lacra —un Dios que habita inmaculado en los cielos o en el fondo del alma; un Dios que no deja de ser solo Dios— es, sencillamente, una entelequia.
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