concepto o experiencia

marzo 15, 2021 § 1 comentario

La muerte de Dios o al menos del Dios de la tradición bíblica ¿supone únicamente la irrelevancia actual del discurso sobre un Dios personal o más bien la desaparición de la experiencia que hay detrás? Pero si se trata de lo segundo, ¿acaso la muerte de Dios no va con la del hombre, como sostuvo el mismo Nietzsche? Puede que tan solo quepa recuperar el sermo sobre Dios contando las historias de aquellos hombres y mujeres cuyas vidas o, mejor dicho, cuyos últimos gestos incorporan, literalmente, la realidad de un Dios que nunca quiso aparecer como dios (y que, por tanto, no cabe imaginar como tal). No hay teología que, en el fondo, no sea narrativa.

§ Una respuesta a concepto o experiencia

  • Quentin dice:

    Dios no puede morir. El problema metafísico forma parte de la esencia, siempre irresoluble, de la existencia humana. Y Dios es una de las soluciones, eternamente abierta, disponible, atractiva. Así ha sido siempre y así seguirá siendo.

    Pero sí puede morir un dios.

    Muchos dioses han poblado la mente humana a lo largo de la historia. Y todos murieron. Fueron abandonados, confinados a los libros. Dejaron de ser creíbles. Y es que dios permanece en el imaginario colectivo mientras es razonable creer en él.

    Murió Ra cuando desapareció la cultura del pueblo egipcio que lo sostenía. Murió Zeus cuando fue sustituido por las armas por el victorioso dios de los romanos. Y murió Júpiter cuando fue barrido por un dios cristiano mucho más convincente. Así nacen y mueren los dioses, aparecen con gran ímpetu y al cabo de un tiempo se desvanecen.

    Siempre ha sido así. Hoy parece imposible que alguien creyera en Júpiter. Y sin embargo, en su época gloriosa hasta el sabio Marco Aurelio creía profundamente en él…

    ¿Cuándo se desvanece un dios? Cuando el relato sobre el que se sostiene deviene obsoleto, esto es, no creíble. No razonable. De hecho es la juventud, la portadora de los nuevos proyectos de cada generación, la que siempre debate en su interior sobre la idoneidad del relato del dios que hereda de sus padres. Lo examina crítica e implacablemente.

    Este es el gran peligro que corre hoy el dios de Israel. Que su relato ya no sea creíble para la juventud del siglo XXI. Que sea ajeno a su época. Hoy los jóvenes no escuchan el relato que sostiene a Yahvé. No les convence. Les parece fuera de su tiempo, de su lenguaje, tan anticuado como el relato de Júpiter.

    Pero Dios siempre está ahí. Y la juventud sigue y seguirá buscándolo, construyendo un nuevo relato, un nuevo camino que sostenga a un nuevo dios…

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

¿Qué es esto?

Actualmente estás leyendo concepto o experiencia en la modificación.

Meta

A %d blogueros les gusta esto: