palm beach, a tope
mayo 4, 2021 § Deja un comentario
Quizá los esclavos no tuvieron que esforzarse demasiado para devaluar al noble: les bastó con observarlo. Tarde o temprano, su ocio, su displicencia, sus especiales gustos… acaban por atontarlo. Un dios, al fin y al cabo, es un idiotés. Salvo que sea capaz de recitar a Eliot. En ese caso, el esclavo no podría soportar no ser un dios.
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