verdad e historia
mayo 31, 2021 § Deja un comentario
Decimos: los pobres nos juzgan. Esto es así. Pero, por lo común, no sentimos que sea así (y por eso mismo, tampoco lo creemos). Únicamente ante ellos podemos llegar a sentirlo —a comprender de qué estamos hablando. De ahí que el criterio de verificación de los enunciados cristianos no sean los hechos, sino la posición en la que nos hallamos: si erguida o arrodillada. En el fondo, tendríamos que leer los enunciados del credo como los sedimentos de una historia, escucharlos como si los recitase aquel que está de vuelta. O mejor dicho, aquellos que volvieron con vida del horror.
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