imaginar que no todo da igual
diciembre 30, 2021 § Deja un comentario
Desde la óptica de un tiempo sin final —sub specie aeternitatits, decía Spinoza—, da igual hallarse en la posición del verdugo que en la de la víctima, un día de fina lluvia que un genocidio. No hay juicio final. Como si lo que es primero para nosotros no lo fuera según naturaleza. No en vano Nietzsche reconoció en Spinoza a un semejante. Por consiguiente, se equivoca quien cree que se halla sub iudice. Sin embargo ¿es así? ¿Se equivoca, por ejemplo, el supersticioso que se toma en serio la imagen de que nacemos con un alien en nuestro interior y que solo es cuestión de tiempo que nos desgarre las entrañas? ¿Acaso no le sitúa más verdaderamente ante la realidad de la muerte —ante el hecho de que vivimos dentro de un plazo— que aquel que simplemente se limita a constatar la caducidad de los cuerpos? Desde la atalaya ¿es posible incorporar lo que en verdad acontece y no tan solo pasa? ¿Acaso la prohibición de no matar no se nos reveló como el envés del carácter intocable de una alteridad avant la lettre? Y ¿qué alteridad puede haber para el geómetra?
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