antes de tiempo
junio 28, 2022 § Deja un comentario
En la Biblia, un profeta es aquel que denuncia, en nombre de Dios, el status quo. Podríamos decir que anticipa el principio, pues el principio es lo que aún está por realizar. El pueblo de Israel y sus representantes creen vivir conforme a la voluntad de Dios. Pero lo cierto es que la palabra de Dios les resbala. Pues únicamente se encuentra al servicio de su justificación. Desde su óptica, el profeta exagera: no hay para tanto. De ahí su desencaje. El profeta es, en este sentido, un inútil. Que llegue a ver antes de tiempo —o, mejor dicho, a escuchar lo que nadie más escucha— es algo, en realidad, molesto. Como las moscas cojoneras. O como Dios mismo. ¿Acaso no se nos dijo que el publicano arrepentido estaba más cerca de Dios que el piadoso de las primeras filas? Esto es como si se nos hubiera dicho que Dios está con el torturador que ya solo es capaz de arrodillarse ante sus víctimas y no con los obispos o la buena gente de las parroquias que vive tan satisfecha de su fe. Difícil de tragar.
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