iluminados
diciembre 1, 2022 § Deja un comentario
¿Qué es un iluminado? Alguien que se fuerza a permanecer en lo que, de hecho, es excepcional —en el milagro. Por ejemplo, es cierto que cabe encontrarse, en el sentido fuerte de la expresión, con el otro y no solo reaccionar a su presentación. Pero al igual que el momento del encuentro —aquel en el que nos hallamos fuera del mundo, por decirlo a la manera de Rimbaud— no puede incorporarse en el día a día. Durante el tiempo diario prevalece el (con)trato, la profanación, la lógica del do ut des… lo cual no tiene por qué ser desagradable. El iluminado pretende, ilusamente, hacer de la excepción algo habitual. De ahí que viva de eslóganes, esto es, que necesite decirse continuamente, por seguir con nuestro ejemplo, que todo es encuentro con el otro. No obstante, aunque sea verdad que el milagro puede fecundar el presente, lo sensato es aceptar que, como tal, no cabe vivirlo a diario —que no cabe poseer lo que nos ha sido dado como excepción (y por eso mismo, como si fuera el signo de otro mundo o de un porvenir absoluto). Frente al eslogan del iluminado —frente a sus ilusiones—, la lucidez bíblica propone la estrategia de la memoria. En este sentido, Ley y memorial van a la par: recuerda lo que tuvo lugar y no simplemente pasó. El rito es, por consiguiente, necesario… si de lo que se trata es de saber de qué va esto del vivir. Pues, y dado que vivimos en el tiempo, todo puede ser devorado por nuestro pasar de largo. El eslogan no basta. Ni, por supuesto, el mero sentimiento. Suponer lo contrario, más que una ingenuidad, es un error.
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