Ockham y el panteísmo

abril 26, 2023 § 5 comentarios

Al panteísmo quizá le iría bien un corte de pelo ockhamiano: le sobra la palabra Dios. Donde decir Dios equivale a decir el todo, ¿por qué no quedarse únicamente con el todo? ¿Acaso no sería como decir que el lugar de Dios lo ocupa, precisamente, la totalidad? Algo parecido podríamos decir de lo que defienden las diferentes espiritualidades aconfesionales, tan de moda actualmente, a saber: que Dios es el fondo nutricio del cosmos, la energía que produce buenas vibraciones, el océano en el que terminaremos disolviéndonos… Donde Dios deviene el nombre de otra cosa, entonces no hablamos de Dios… sino de otra cosa. El nombre de Dios no funciona como la abreviatura de una descripción definida. La cuestión de Dios no es, por tanto, la cuestión acerca del referente del concepto Dios. Así, no se trata de responder a la pregunta acerca de a qué se refiere la idea de lo omnipotente o supremo, pongamos por caso. Pues con respecto a Dios no hay un algo que pueda valer como Dios. Acaso como dios, pero no como Dios en verdad.

En este sentido, el hallazgo bíblico consiste en un haber caído en la cuenta de que el nombre de Dios es un nombre cuyo referente está, precisamente, en el aire (y cristianamente, lo estuvo hasta el Gólgota, aunque no antes del tercer día). De ahí que, bíblicamente, Dios esté más allá del todo —más allá de la creación. Sin embargo, no lo está a la manera de un ente creador. Dios no crea el mundo como lo podría crear un demiurgo espectral. Dios crea retirándose —en última instancia, retrocediendo a una pasado anterior a los tiempos. El retroceso de Dios es de Dios solo en tanto que es Dios… aun cuando este retroceso sea hacia el porvenir del hombre (y por eso, Dios se le revela a Abraham como promesa de Dios). Así, no es que, en primer lugar, haya Dios y luego decida retirase. Dios coincide su decisión.

Es por eso que Dios es el absolutamente otro que, como tal, no puede presentarse —no puede reducirse a concepto. Y es que de reducirse a concepto —de encajarlo en los esquemas de nuestra receptividad— se perdería por el camino, precisamente, la alteridad de Dios. La presencia de Dios es, para quien soporta su trascendencia, la de un Dios en falta o por venir. El más allá de Dios —un más allá temporal— es el envés del mundo. Pues el haber de las cosas —la luz— presupone la retirada del puro haber de Dios —de la oscuridad y silencio más impenetrables. Un retroceso que deja como aliento la voluntad de que algo sea, en definitiva, la voluntad de bien. La voluntad de Dios —su espíritu, su aliento, su resto— atraviesa la creación.

De ahí que, por el nombre de Dios, el todo no sea áun el todo. Porque Dios desaparece hasta el punto de rozar la nada —porque Dios es el que es— la nada abraza el mundo como su más íntima posibilidad. Y esto es lo mismo que decir, la posibilidad de la aniquilación. Ciertamente, la esperanza creyente es que la voluntad de Dios —la voluntad de bien— prevalezca sobre la impiedad del mundo —sobre la negación de Dios. Pero que se realice no dependerá solo de Dios. Aunque tampoco solo del hombre.

§ 5 respuestas a Ockham y el panteísmo

  • ajaodemaria dice:

    una palabra para expresar esa gran renuncia: descreación

    artículo difícil y complicado para estudiantes
    mal que bien, he aquí un resumen :
    ● PANTEÍSMO > podría prescindir del término «Dios» y simplemente referirse al «todo».
    ● ESPIRITUALIDADES ACONFESIONALES > no están hablando realmente de Dios sino de otra cosa
    ● HALLAZGO BÍBLICO > la Biblia enseña que el nombre de Dios no tiene un referente definido y está más allá de la creación. Dios no crea el mundo como lo haría un demiurgo sino retirándose a un pasado anterior a los tiempos
    ● ALTERIDAD DE DIOS > Dios es el absolutamente otro y no puede presentarse ni reducirse a un concepto. Su presencia es la de un Dios por venir, y su retirada deja como un aliento la voluntad de bien
    ● RELACIÓN CON LA CREACIÓN > la voluntad de Dios atraviesa la creación y la posibilidad de aniquilación es inherente debido a la retirada de Dios. La esperanza del creyente es que la voluntad de bien prevalezca sobre la impiedad del mundo

  • iñaki dice:

    La alteridad de Dios no es por nuestra incapacidad conceptual para referirnos a él; Dios es trascendente porque no hay medida común con su criatura, pero esto no significa que no haya relación sino que a su vez hay inmanencia en virtud de su trascendencia como señala San Agustín.
    Y no hay contradicción en esto.

  • josep cobo dice:

    Quizá no sea para estudiantes… ;) Bien, por el resumen (aunque el riesgo de los resúmenes es el de saltarse los porqué… ;)

  • ajaodemaria dice:

    Tienes razón
    Jorge Luis Borges en su ensayo «La Divina Comedia» señala que «el resumen es una trampa mortal para el lector, ya que lo priva del placer de descubrir el sentido de la obra en su totalidad»
    O Umberto Eco en su libro «Cómo se hace una tesis» advierte sobre la necesidad de «leer todo el texto, entenderlo, elaborar notas y hacer una selección, pero sin dejar de lado los detalles y el contexto»

    Los que estamos de paso no nos queda más remedio que dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás

    Saludos fraternos

  • josep cobo dice:

    Deconocía las citas. Muy certeras. Gracias.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

¿Qué es esto?

Actualmente estás leyendo Ockham y el panteísmo en la modificación.

Meta

A %d blogueros les gusta esto: