la modificación

Es posible que los antiguos relatos estén en lo cierto. Es posible, por tanto, que este mundo esté poblado de ángeles y amenazado por demonios, aunque ya perdiéramos el lenguaje para expresarlo. Pues bien, incluso en ese caso, nada habríamos avanzado en la dirección de la trascendencia. Simplemente, habríamos desplazado las fronteras del mundo. A partir de ese momento, tendríamos que contar de nuevo con su presencia. Pero con respecto a Dios seguiríamos en las mismas: aún por ver. Al menos, porque Dios en verdad es la alteridad que los mundos tienen pendiente —y, por eso mismo, son mundos.

§ Una respuesta a de ángeles y demonios

• Quentin dice:

  abril 27, 2021 a las 10:37 am

  El problema, mi querido amigo, es que con Dios ocurre exactamente lo mismo: una vez traspasada la línea de la muerte, si contáramos con su presencia, nada habríamos avanzado en la dirección de la trascendencia. Copiando tus palabras: simplemente, habríamos desplazado las fronteras del mundo. A partir de ese momento, tendríamos que contar de nuevo con su presencia.

  Y seguiríamos buscando…

  Ello ocurriría incluso en esta vida. Pues si mañana Dios se apareciera a la humanidad, pongamos por caso en la sede de las Naciones Unidas, y proclamara su presencia, ¿qué cambiaría a nivel metafísico? Nada. Todo seguiría igual. Incluso el bien y el mal seguirían campando por el mundo.

  De hecho, la aparición de Dios ya tuvo lugar cuando nació Jesús. Y no ocurrió nada en el ámbito de lo metafísico.

  Porque la separación entre lo físico y lo metafísico lo impide. Esa es precisamente la definición de lo metafísico, lo que está separado de lo físico. No hay solución para esta dificultad. Estamos condenados a vivir eternamente en el día de la marmota.